viernes, 2 de marzo de 2012

Tasa Anual Equivalente


En el mercado existe un gran abanico de productos financieros entre los que podemos optar en cada momento (prestamos, créditos, hipotecas…etc) pero una vez determinado el tipo de productos que necesitamos, ¿Cómo sabemos cual es el que mas nos interesa?. Hoy me gustaría hablaros del TAE (Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva).
El TAE es un indicador expresado en tanto por ciento anual que revela el coste o rendimiento efectivo de un producto financiero. Incluye para su cálculo no solo el tipo de interés, sino además los gastos y comisiones asociados a la operación. Por esta razón, podemos decir que este indicador homogeniza sobre una base anual las diferentes alternativas de inversión, convirtiéndose en el indicador mas importante y la base de referencia del consumidor medio para comparar inversiones diferentes de forma rápida y con garantías. Por este motivo el Banco de España, obliga a incluir este índice desde el año 1990 en todos los anuncios y en todos los folletos de cualquier producto financiero, como publica la norma 8/1990 sobre “Transparencia de las operaciones y protección de la clientela”.
El cálculo de la tasa anual equivalente está basado en el tipo de interés compuesto y en la hipótesis de que los intereses obtenidos se vuelven a invertir al mismo tipo de interés. Es decir, que poniendo como ejemplo el caso de un depósito a plazo fijo, al dinero que teníamos en un principio le debemos sumar el dinero que generarían los intereses si los reinvirtiéramos en las mismas condiciones que el principal. Por eso entre depósitos con iguales gastos, comisiones y tipo de interés, obtiene un TAE mayor el que reparte antes los intereses, ya que dispones de ese dinero extra para reinvertir.
Pero el TAE no es infalible al cien por cien, ya que no incluye otros gastos importantes que pueden ir ligados a la contratación del producto, como son: 
  • Los gastos que el cliente pueda evitar (por ejemplo, los gastos de transferencia de fondos).
  • Los que se abonan a terceras personas o empresas (corretajes, honorarios notariales e impuestos).
  • Los gastos por seguros o garantías (salvo primas destinadas a garantizar a la entidad el reembolso del crédito en caso de fallecimiento, invalidez o desempleo, siempre que la entidad imponga su suscripción para la concesión del crédito).
En el caso de los préstamos, el TAE en su cálculo incluye, además del tipo de interés, otros gastos que hacen variar el coste real de la operación, por eso es siempre un indicador clave que tenemos que tener en cuenta a la hora de contratar uno u otro, pero siempre teniendo presente que la comparación debe hacerse entre prestamos que sean a un mismo plazo, ya que el TAE es diferente según el plazo para el que se calculan, y que no se debe comparar nunca el TAE de un préstamo fijo con el de un préstamo variable, ya que en esta última será siempre un TAE teórico, porque no hay manera de saber a priori cuál va a ser la evolución del índice de referencia.  
Entre los gastos más importantes que incluye el TAE de cualquier préstamo destacamos las comisiones de apertura y cancelación, que son impuestas por la entidad para cubrir futuros riesgos de impago o para cubrir mermas de beneficios si la operación termina antes de tiempo (cancelación). En préstamos a interés variable la comisión por cancelación anticipada está limitada por ley al 1%.
  Sin embargo, una vez contratado el préstamo el mejor indicador  para compararlo con otro préstamo es el Coste Efectivo Remanente (C.E.R.), que representa el coste efectivo correspondiente al tiempo que nos queda para la total amortización o devolución del préstamo. En el cálculo de este concepto únicamente se tienen en cuenta los pagos que tenemos que hacer hasta el vencimiento.

La formula del TAE es la siguiente:
TAE = (1 + i / k)^k – 1

i = es el tipo de interés nominal anual expresado en términos relativos.
k = es el número de pagos que se efectúen en el año (siendo 12 si el tipo es mensual, 6 si es bimestral, 4 si es trimestral, 3 si es cuatrimestral, 2 si es semestral, y 1 si es anual)

Aunque siempre debemos de leer la letra pequeña de todo los productos que contratemos, si no estamos muy familiarizados con los términos financieros el TAE  es el mejor indicador para empezar a comparar productos.


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